Soy yo, aunque no soy yo

Día de Ramos,
Parece un trabalenguas la cabecera de mi post, pero es así. Esta soy yo cuando era niña y si miro las fotos sé que soy yo,  y recuerdo lo que mis padres me inculcaron de acuerdo con sus creencias, y que yo por mi parte,  he transmitido a mis hijos aunque con una historia de viaje completamente diferente al que ellos diseñaron para mi en aquel momento.

Mirad las fotos ,  opinad al respecto y si os apetece agradeceré profundamente que dejéis un comentario en mi blog. Es fácil, entras en él  y dices lo que te ha venido a la cabeza al ver la foto, lo que cuento, o lo que te venga en gana. De verdad que me hará mucha ilusión recibir tu o vuestras noticias.

Verano y a punto de montar en bicicleta
Sigo, si esta era yo, esa mirada sonriente, esa cara infantil, esa pose emulando a nuestra querida Sisi emperatriz película que nos proyectaban  en el cine de la parroquia, ya que la televisión no llegó hasta más tarde, al menos en mi casa, pues recuerdo ir con otros niños a la ventana de un vecino que sí la tenia y nos dejaba ver desde la calle los capítulos de Perry Mason. Aquello era toda una novedad para nosotros.

Fui una  niña feliz, alegre, inocente y soñadora. Ilusión y sueños que, a día de hoy siguen dentro de mi, aunque ya no son los mismos de antes sino que son otros,  completamente diferentes, de ahí mi entrada, esa soy yo, aunque no soy yo.

Eran esos días, de colegio, juegos, descubrimientos, vacaciones de verano. Se puede decir que hacíamos vida en nuestras plazas, en nuestras calles y tanto trepábamos  a un árbol , como jugábamos a la chancla, o escuchábamos con deleite cuanto contaba una vecina , Angeleta.  Con ella aprendí a hacer la masa y freír los típicos buñuelos de cuaresma, . eran otros tiempos en los que todo era más sencillo o al menos me lo parecía a mi.  Para calentarnos en invierno, primero tuvimos un brasero colocado hábilmente debajo de la mesa redonda, cubierta con un faldón, después la estufa de petróleo que comportaba que tuviéramos que hacer largar colas para conseguir ese preciado líquido que nos calentaba la sala de estar, más tarde llegó el gas butano y sus estufas de diferentes diseños, con fuego, catalítica,  después las de leña que teóricamente, calentaban toda la casa, etc,etc. A menudo, y cuando hacia tormenta , nos quedábamos sin luz eléctrica en las casas y esa ceremonia de encender las velas con una cerilla, era toda una aventura, mientras veíamos nuestras sombras en las paredes de la casa intentando cogerlas con las manos.

Las frutas y verduras que comíamos, eran del tiempo, no como ahora que son de invernadero y a destiempo. Quiero decir que cuando era el momento de la recolección de las manzanas, comíamos manzanas, cuando peras, peras, cuando fresas, fresas y así con todos los productos de la huerta y puedo deciros que tenían un sabor completamente diferente a los actuales, que todos se parecen.

Por eso recuerdo con tanta calidez esas sensaciones, de experiencias, descubrimientos y de una niñez  llena de olores, colores, risas, juegos que fueron parte de mi  aprendizaje y que han sido el origen de que esté contando esas vivencias que forman parte de mi y que me han convertido en la adulta que soy.

Hoy, sigo ilusionada con mis proyectos como aprendiz y aunque el camino no ha sido fácil, me ha ayudado el entusiasmo y la energía que  he dedicado y dedico a superar los obstáculos que a menudo surgen, para conseguir que mis sueños se conviertan en realidad. Algunos ya los he conseguido y otros están esperando , todavia no los he alcanzado. Pienso que soy bastante  diferente a esos instantes, o a esas imágenes plasmadas en blanco y negro, pero que conservo mi espíritu emprendedor y activo, que sigue ahí, aunque con unos cuantos años más, y con un corazón que late, sigue vivo e ilusionado por todo cuanto me rodea , acompañado eso si de una gran sonrisa.

Reconozco que el mundo ha cambiado mucho en estos años y pese a que nos han empujado o mediatizado para que vivamos en la inmediatez,  esa que comporta que todo lo queramos al instante , que tengamos que tener tal o cual artefacto o nuevo invento, debemos ser cautos y decir a las nuevas generaciones que son las de darle al clic y tener luz, agua, calefacción...  que si bien los progresos son buenos no debemos ir con tanta prisa, pues nos perdemos muchas cosas en el camino y la vida, es para vivirla con todo su esplendor.

Saludos
Tu Coach Personal
Montserrat
En els moments de crisis, només la imaginació és mès important que el coneixement.
Albert Einstein