Hay momentos en nuestro quehacer diario , que de pronto y sin saber porqué la vida nos sorprende con obstáculos, problemas o enfermedades, uno detrás de otro y sin saber el motivo y la razón. Cuando nos encontramos ante estos sinsabores, debemos hacer un parón , obligatorio a veces, o voluntario otros, para encontrar la respuesta a lo que nos está sucediendo.
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| Obstáculos, camino, viaje. Fotograia de mi propiedad (Cerdaña) |
Es en esta situación, en la que yo u otros se han encontrado en el camino de la vida, cuando conviene parar tus actividades y hacerte unas cuantas preguntas. Sé, por experiencia que no es fácil encontrar respuestas a la primera, pero... si las escribes en un papel y las vas leyendo poco a poco, las respuestas surgirán poco a poco y quizás, digo quizás, te sorprendas del resultado. Ahí van:
- ¿Que es lo que no estoy haciendo y debería hacer?
- ¿Que me esta diciendo mi cuerpo?
- ¿Que es lo que no quiero ver?
- ¿Que es lo que me impide avanzar y me tiene en reposo?
- ¿Cómo es que hago oídos sordos cuando intentan echarme una mano ?
- ¿Cuando haré realmente lo que quiero hacer?
- ¿De qué tengo miedo?
- ¿Qué me paraliza y me deja inerte?
- ¿Como puedo hacer para cambiar la situación?
Puedes pensar, ¿porqué me ha pasado esto a mi? pero no se trata de que te hagas la víctima, ya que ésto te debilita y te resta energía, esa energía que te permitirá poner en claro tus ideas y tomar la iniciativa hacia la acción. Accionar y activar, es lo que más te conviene para que, poco a poco los obstáculos se vayan disolviendo y den lugar a una nueva visión, un nuevo camino, un nuevo sueño u objetivo a cumplir.
También puede serte útil, la meditación o visualización, temas de los que hablo en mi libro "Merlix el aprendiz del siglo XXI" y que son herramientas que favorecen nuestro crecimiento personal, y que hacen que veamos las situaciones adversas desde otra perspectiva completamente diferente, que nos permitirá salir del KO e ir hacia el OK. Todo esto que nos ha pasado o nos está pasando comporta cambios, que de buen seguro no hubiéramos realizado y que convierten nuestra realidad en algo diferente y especial, que recordaremos como un nuevo paso hacia adelante, en nuestro camino de aprendizaje, cuando todo haya pasado. No hay mal que dure cien años, que dicen nuestros refranes.
Os doy las gracias a todos por estar ahí y formar parte de mi recorrido vital. Sin vosotros, hijos, familia, amigos, lectores, coachees, mi vida no sería igual.
Saludos de tu Coach Personal
Montserrat
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