Cuento sufí del Asno y el camello |
El asno y el camello
Un asno y un camello caminaban juntos. El camello se movía con pasos largos y pausados. El asno se movía impacientemente tropezándose de vez en cuando. Al fin el asno dijo a su compañero:
-¿Cómo es que me encuentro siempre con problemas, cayéndome y haciéndome rasguños en las patas, a pesar de que miro cuidadosamente al suelo mientras camino, mientras que tú que nunca pareces ser consciente de lo que te rodea, con tus ojos fijos en el horizonte, mantienes un paso tan rápido y fácil en apariencia?
Respondió el camello:
-Tu problema es que tus pasos son demasiados cortos y cuando has visto algo es demasiado tarde para corregir tus movimientos. Miras a tu alrededor y no evalúas lo que ves. Piensas que la prisa es velocidad, imaginas que mirando puedes ver, piensas que ver cerca es lo mismo que ver lejos. Supones que yo miro el horizonte, aunque en realidad sólo contemplo hacia el frente como modo de decidir qué hacer cuando lo lejano se convierta en cercano. También recuerdo lo que ha sucedido antes y así no necesito mirar hacia atrás y tropezar una vez más. De este modo lo que te parece confuso o difícil se vuelve claro y fácil.
De este cuento sacamos las siguientes conclusiones:
Un asno y un camello caminaban juntos. El camello se movía con pasos largos y pausados. El asno se movía impacientemente tropezándose de vez en cuando. Al fin el asno dijo a su compañero:
-¿Cómo es que me encuentro siempre con problemas, cayéndome y haciéndome rasguños en las patas, a pesar de que miro cuidadosamente al suelo mientras camino, mientras que tú que nunca pareces ser consciente de lo que te rodea, con tus ojos fijos en el horizonte, mantienes un paso tan rápido y fácil en apariencia?
Respondió el camello:
-Tu problema es que tus pasos son demasiados cortos y cuando has visto algo es demasiado tarde para corregir tus movimientos. Miras a tu alrededor y no evalúas lo que ves. Piensas que la prisa es velocidad, imaginas que mirando puedes ver, piensas que ver cerca es lo mismo que ver lejos. Supones que yo miro el horizonte, aunque en realidad sólo contemplo hacia el frente como modo de decidir qué hacer cuando lo lejano se convierta en cercano. También recuerdo lo que ha sucedido antes y así no necesito mirar hacia atrás y tropezar una vez más. De este modo lo que te parece confuso o difícil se vuelve claro y fácil.
De este cuento sacamos las siguientes conclusiones:
- Caminar y no estar atento , es pasar
- Ir deprisa no te conduce a lugar seguro
- Observar te permite fluir con el entorno
- Mirar no significa ver
Autora fotografía.Montserrat Fugardo.
Asno en la Vall de Nuria ( Ribas de Fresser).